LAURA RUS

El Sporting de Huelva, que ascendió a Primera en 2006, al mismo tiempo que desaparecía el CFF Estudiantes, que hasta entonces había sido el primer equipo femenino onubense, fue durante años uno de los animadores de la liga en esto de fichar jugadoras extranjeras, y en más de una ocasión nos ha sorprendido con fichajes exóticos dentro de los standards de la liga española, desde Rumanía a Australia pasando por Bulgaria y Kazajistán. Posteriormente entró en números rojos y tuvo que apretarse el cinturón.

Tras debutar con un 10º puesto entre catorce equipos, 8 puntos por encima de los puestos de descenso, el Sporting apostó por el mercado rumano al reforzarse para la próxima temporada y fichó a tres internacionales, dos de ellas en la pretemporada y la tercera en el mercado de invierno. En verano llegaron la central del Motorul Oradea (que se retiró de la liga rumana hace tan solo 15 días) Elena Pavel (23 años) y la polivalente Laura Rus (19 años), procedente del Pandurii Targu Jiu (que desapareció ese mismo año), que podía jugar tanto en el centro del campo como en la defensa, las bandas o la delantera (en el Sporting llegó a jugar de defensa). Tras las navidades se sumó la lateral/extremo izquierda del CSS Targoviste Olivia Oprea (20 años), que durante el otoño había jugado la Champions (entonces llamada UEFA Women's Cup) con el KTZ Almaty kazajo en calidad de cedida. 

Rus, que jugó principalmente en la medular, debutó en el primera jornada de liga, el 9 de septiembre de 2007, entrando tras el descanso por la portuguesa Rita Carneiro; el Sporting perdió 2-3 contra el Atlético de Madrid. Al igual que sus compatriotas, Rus se adaptó muy bien y se hizo con la titularidad; disputó 23 de los 26 partidos de la temporada. A lo largo de las siguientes dos temporadas Rus maduró como futbolista y se erigió en una de las líderes del equipo; jugó 46 partidos en los que marcó 7 goles (6 de ellos en la 2009-10), entre los que destaca un hat-trick al Atlético en noviembre de 2009. El club la nombró mejor jugadora de la temporada 2009-10, en la que el Sporting, ya consolidado en Primera, se clasificó por primera vez para la Copa de la Reina (en la 2008-09 ya habían estado a punto de conseguirlo, pero lo echaron a perder en una recta final nefasta).

Pero de repente la situación se torció. Rus, que terminaba contrato, comunicó al club que jugaría la previa de la Champions, del 5 al 10 de agosto, con el Apollon Limassol; al volver renovaría con el Sporting. El Apollon, campeón de un país sin tradición en el fútbol femenino (Chipre es uno de los pocos países europeos que no tienen selección femenina, junto a Andorra, Liechtenstein, Moldavia y San Marino) protagonizó en la previa una de las mayores machadas de la historia del futfem al endosarle un 4-1 al Umea IK sueco, bicampeón de Europa en 2003 y 2004; Rus marcó el 2-1 al filo del descanso. En principio, es como si la UE Sant Julià eliminara al Bayern. Ahora bien, si miramos la alineación de aquel Apollon nos encontramos con un equipo que parece más bien el campeón rumano, y es que en la goleada al Umea fueron titulares ¡7 jugadoras rumanas!, todas ellas internacionales. 

 El Apollon también goleó a los modestos SFK Sarajevo y al ASA Tel Aviv, y se clasificó para los dieciseisavos de final de la Champions. En lugar de regresar a Huelva, Rus plantó al Sporting y renovó por el Apollon con el argumento que el campeón chipriota no le dejaba volver, lo que enfureció a Antonio Toledo, director deportivo y ex-entrenador de las blanquiazules, que declaró que Rus les había engañado y que se había cerrado para siempre las puertas del club. Ante esta situación el Sporting repescó a Oprea, que un año antes había dejado el Sporting por el Amazones Dramma griego. En los dieciseisavos el Apollon le plantó cara al Zvezda Perm, subcampeón dos temporadas atrás. Rus adelantó a las azules en Limassol, pero la madrileña María Ruiz empató tras el descanso y las rusas acabaron dándole la vuelta al partido. En Rusia el Zvezda volvió a ganar 2-1 y dejó fueraa la revelación del torneo.

Entre tanto, el Sporting había entrado en crisis. El club se encontró en números rojos, el equipo parecía condenado a luchar por la permanencia y esta vez los fichajes foráneos no funcionaban; la centrocampista búlgara Silvia Radoyska no se adaptó y regresó a su país en diciembre. La directiva se tragó su orgullo y repescó a Rus, que marcó 4 goles en 14 partidos. El Sporting mejoró en la segunda vuelta, salvó la categoría in extremis y de paso se clasificó para la Copa (bajo el formato de las temporadas 2009-10 y 2010-11 se clasificaban para la Copa 14 de los 23 equipos, y de los 9 restantes descendieron 7 para regresar al formato tradicional el próximo año).

Pero la situación económica era crítica y el Sporting tuvo que renunciar a participar. A continuación el club se deshizo de sus mejores jugadoras (curiosamente, con una plantilla construida para evitar el descenso, el Sporting haría una primera vuelta espectacular, codeándose con los grandes en lo alto de la tabla hasta febrero); la única jugadora extranjero que siguió en el club fue Elena Pavel, la más veterana del trío rumano. Rus regresó al Apollon Limassol, con el que también ha jugado las últimas dos ediciones de la Champions, en los que el club chipriota, que aún alinea 5 o 6 jugadoras rumanas, ha seguido superando la previas y cayendo dignamente en los dieciseisavos de final; este año Rus, marcó en ambos partidos contra el ASDCF Torres, campeón italiano, pero el Apollon, que llegó a ganar 2-0 en Limassol, acabó perdiendo ambos partidos.

El clan rumano del Apollon se cruzó en el camino de la selección española en la clasificación para la Eurocopa del próximo año. En el primer partido España goleó 0-4 a las rumanas en Bucarest; por contra, en el partido de vuelta, que cerraba la fase de clasificación y donde ya no había nada en juego, nos tuvimos que conformar con un empate sin goles, pese a haber controlado el partido. Incluso pudimos perder; Rus tuvo un mano a mano con Ainhoa Tirapu entrada la segunda parte, pero lo falló. Habría sido su octavo gol en la fase de clasificación, en la que Rumanía acabó tercera por delante de Suiza, contra pronóstico. El año pasado estuvo a prueba en el Everton, 3º de la liga inglesa, pero no convenció a los técnicos toffees y regresó a Chipre.